Ornamento y Delito

"La evolución cultural equivale a la eliminación del ornamento del objeto usual"

Adolf Loos (1870-1933), arquitecto austriaco.

  El texto "Ornamento y Delito" de Adolf Loos, una sátira contra el ornamento y la artesanía nos da una perspectiva de lo que Loos llega a concluir tras un análisis del ornamento como núcleo central del proceso decorativo. Desde el siglo XVIII ha sido estudiado su comportamiento y sus implicaciones en el ser social, que fueron las razones que condujeron a nuestros antepasados a desarrollarlo. Loos critica la tradición de seguir usándolo y cómo esto no permite que las sociedades evolucionen. Así como su significado dice, un ornamento es un elemento que sirve para embellecer.
  
  Adolf Loos polemizó con los modernistas, pertenecientes de la Secesión de Viena, ellos representaban un punto de vista antagónico de la arquitectura  por lo que fue considerado uno de los precursores del racionalismo arquitectónico. Sin embargo, la ideología modernista no nace con Loos, anteriormente Friedrich Shinkel, arquitecto alemán comienza a innovar contra las convenciones evitadas, parecía señalar la manera a una arquitectura "modernista" limpia y alienada que luego llegó a ser prominente en Alemania solamente hacia el principio del siglo XX.

  La razón por la que Loos concluyo esta sátira es que, uno de los principales temas de su pensamiento que "la arquitectura pertenece a la cultura, es una de sus manifestaciones" La cultura para Loos es entonces "aquel equilibrio de la persona interior y exterior, lo único que posibilita un actuar y pensar razonable", significa que el desarrollo interno del hombre va a coincidir con su desarrollo externo. Por todo esto, los objetos de uso reflejan la evolución de la conducta humana. Loos tiene razón, "las cosas se vuelven espejo de una civilización", por eso mismo él se pone en contra de esto en su país.

  Loos llegó a viajar mucho, fue a Chicago en busca de modernismo,buscó impacto en Austria, y es ahí cuando después de estar en Nueva Guinea y ver a los negros tatuados hasta en la cara hace comparación del ornamento como un delito. "El Papúa se hace tatuajes en la piel, en el bote que emplea, en los remos, en fin, en todo lo que tiene a su alcance. No es un delincuente. El hombre moderno que se tatúa es un delincuente o un degenerado". Loos afirma esto con tal de hacer un impacto a su alrededor y que la gente vea como no es "normal" para ellos como civilización, que hagan ornamento como la etnia de los Papúa.

  Entonces, ¿por qué Loos considera el ornamento un "delito"? No se trata de eso, el delito es el hombre, que no usa su capacidad de hacer y usar nuevos ornamentos. Esto es lo que Loos quería, además que quería que se conociera la verdad: el ornamento estaba perdiendo su relevancia en la arquitectura moderna y el diseño. Estaban entrando en una nueva época, todo se estaba modernizando, mientras que la arquitectura se mantenía en ideologías pasadas. El ornamento solo fue una victima, un punto de ataque de Loos para poder expresar su acometido, su decepción hacia el ser humano de no poder innovar. 

  Concluyo esto resaltando que Loos ataca al ornamento, pero éste no es su objetivo, si no la evolución del hombre y su decepción en la cultura Europea en ese momento, no estaba buscando innovar como América, que, significaba libre y no tradicional; mientras que, Europa era muy cultural y con su larga historia y tradiciones las cuáles no dejaban innovar. Fue aquí cuando nuestro arquitecto asume una actitud arrogante y exige a los austriacos a pensar en su educación y su evolución superior a la de las demás etnias. Así que, su sátira contra el ornamento inició discusiones, preguntas y, con el tiempo, nuevos pensamientos a la modernización e innovación del objeto diario, consigo la arquitectura y demás artes aplicadas. Como el hecho de intentar recrear las sensaciones que nos producen en ámbitos que no les corresponden: las vigas de madera en una casa antigua, o los pilares de forjado en una nave industrial, tienen como misión sustentar el techo que nos cubre, bellos al mostrarse como son y no se puede imitar. Ésto carece de sentido si se analiza de forma racional. No hay que confundir la ausencia del ornamento con la renuncia de la decoración, decorar es algo más complejo y profundo, responde a una función y a una necesidad, juega con la luz y el espacio. No se rata de vivir en casa de paredes desnudas y muebles austeros, sino de tan solo librarse del ornamento que va de más, el que oculta la realidad material de las cosas y nos permite ver la belleza.


Bibliografía: 
http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/758865/adolf-loos-en-perspectiva
http://www.cosasdearquitectos.com/2014/05/villa-steiner-adolf-loos-y-la-arquitectura-racionalista/
http://www.imcyc.com/ct2006/junio06/ARQUITECTURA.pdf

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